Cosas más raras se habrán visto, pero este fin de semana fuí a celebrar el cumpleaños de mi sobrino en Laguna de Duero. En estos días, vinieron todos sus tíos incluídos los de Madrid, que se buscaron un hotelito resultón de reciente construcción (Se llama Duero Hotel para los que no lo conozcan)
El caso es que para los que vivimos en Valladolid, a veces desconocemos cosas que tenemos sólo a 5 minutos. Y es que mi cuñado celebró el cumple del enano en uno de esos parques infantiles en los que preparan la merienda a los niños, ponen juegos y monitores para que no se maten cuando echan a correr sin sentido….. (Ahora está de moda llamarlas ludotecas)
El caso es que el invento funciona de maravilla, ya que me pude tomar un par de cervezas con mis cuñados sin tener que preocuparme de la enana. La verdad es que después de dos horas de relax, los niños vuelven bien cansados de corretear y jugar por todo el parque, después de haber disfrutado de lo lindo. Los mayores nos conformamos con poder tomar algo tranquilos, porque cuando se juntan cuatro o cinco niños es imposible que estén tranquilos.
El caso es que, de paso, vimos el hotel en el que se hospedó mi cuñado y, la verdad, por muy poco cogió un muy buen hotel (Además, no creo que en Valladolid tengamos temporada alta….)