Esto de tener familia y andar justo es un asco. Es por ello que decidí recurrir a alquilar una autocaravana.
Echando cuentas, somos cuatro y normalmente vamos a un hotelito para las vacaciones, del que solemos acabar hartos porque los niños o están en la piscina o bien se cansan y dan guerra por la habitación y alrededores.
Por eso, cuando un amigo me recomendo viajar en una autocaravana, me pareció una idea bastante cutre, ya que la idea que tenía de este tipo de vehículos era muy, muy mala. Todo debido a que en una visita a Galicia para ver a unos amigos, como no tenían camas, me hicieron dormir en una caravana que tenían aparcada en la finca, con la lluvia golpeando en el techo y en un espacio mínimo para dormir.
Sin embargo, cuando mi amigo se bajó de Barakaldo (Bilbao) con la autocaravana, no pude por menos que pensar que el panorama había cambiado mucho desde esa experiencia que tuve hace casi 20 años.
Siempre pensamos que las autocaravanas de alquiler son viejas, cutres y gastadas, sin embargo, esta era nuevecita, espaciosa y estaba impecable. Nada que ver con lo que nos imaginamos la mayor parte de nosotros.
Así que no corto ni perezoso, le pregunté por la empresa que le alquiló la autocaravana y llamé. La empresa de alquiler en cuestión era E-vans Bilbao, donde me informaron de los precios, modelos y demás. No son baratas en absoluto, pero tenemos reservada una semana para el mes que viene.
Veremos si estas vacaciones salen a gusto de los enanos y de sus padres. ¿Merecerá la pena alquilar la autocaravana? Ya os lo diré…
Si teneis la necesidad, esta gente tiene sedes en Barcelona, Madrid, Toledo, Valladolid… Vamos, en casi toda España.